Familias enteras dependen de las diferentes ollas populares que se realizan en Salto. Muchas de estas ollas se realizan sin apoyo de la Intendencia de Salto ni el Ministerio de Desarrollo Social. Dependen directamente de donaciones de particulares.
Debido a la falta de apoyo de las autoridades, los organizadores de las ollas populares realizan un verdadero esfuerzo por brindar un plato de comida todos los días. Algunos trabajan de forma salteada pero buscan alternativas a una merienda o desayuno.
El mayor problema que existe es el acceso a carne para poder cocinar. Las donaciones llegan de todos lados, felizmente, pero consisten en comestibles y verduras, pero poco y nada de carne. De igual manera, se cocina para que cada familia se lleve un plato de comida caliente.
Los colaboradores de las ollas populares son terminantes en desmentir las autoridades locales que hablan de que en Salto con mil y poco las personas que comen de estas ollas. Afirman que son mucho más de mil.
Existen ollas populares a lo largo y ancho de todo el departamento, no solo en los barrios, sino también en el interior. Estiman que las ollas populares llegaron para quedarse un buen tiempo. La situación de Salto ya era compleja antes del coronavirus y ahora es peor.