El sospechoso de la desaparición de Amparo Fernández fue procesado por un hecho que cometió hace 10 años en la zona de Chamangá, Flores, contra una mujer que pudo sentir finalmente que se hizo justicia. Cuando se supo que no había señales de vida de la sanducera, el corazón de Marta Lasarte (63) se estrujó nuevamente al conocerse que el casero de una estancia de Sarandí Grande, identificado como Luis Alberto Deorta Vera, había sido el último en verla con vida. Marta, que había sido víctima del por entonces casero de la estancia propiedad de su ahora exesposo, no pudo contener el aliento. Es que se trataba de la persona que el 21 de noviembre de 2010 la había atropellado con su camioneta y luego habría intentado hacerla desaparecer, llevándola hacia la misma localidad a la que Amparo viajó. Si bien los casos no tienen la misma raíz, la violencia, el modo y la “cabeza fría” hacen que se asemejen. “Yo soy la otra que no pudiste matar”, rezaba un cartel que Marta levantó el pasado 29 de junio cuando familiares y amigos de Amparo se movilizaron frente al Juzgado sanducero pidiendo justicia. Diez años después, la Justicia procesó –con el viejo Código Penal– a Deorta Vera, que cumplía con prisión preventiva en el exComcar por un delito de lesiones graves.
Fuente: El Telégrafo