La estancia en Paysandú es escenario de fenómenos paranormales, que desconciertan al Uruguay y al mundo.
La estancia La aurora está en el límite entre Paysandú y Salto, al sur del Río Daymán. No es muy grande, son 230 hectáreas y la mayoría es roca. El poco espacio para hacer ganadería es utilizado por los dueños de la estancia: La familia Tonna.
Estos estancieros compraron el terreno en la década 20 y, un siglo después, continúan siendo los propietarios.
La estancia se hizo conocida en la prensa cuando en 1977 se avistó una bola luminosa, al estilo de las películas paranormales, que terminó quemando al dueño del lugar e incluso mató a un perro. Nadie podía creer lo sucedido y todo tipo de teorías empezaron a expandirse poco a poco, ante un público que estaba desconcertado por lo sucedido.
Pero, a diferencia de lo que muchos creen, el primer registro de un fenómeno en la estancia no fue sino 9 años antes. Esto afirma el escritor Eduardo Cuitiño quien, al publicar su libro «Estancia La aurora: el enigma» conoció a un hombre que afirmó ver una luz extraña en 1968. «Él fue con un amigo y dos chicas a un encuentro sexual y apareció una luz. Bajó sobre el auto, las chicas salieron corriendo del pánico», afirma el autor.
Pero eso no fue lo único extraño que pasó antes del 77 porque en la madrugada el 3 de marzo de 1976, sonó una gran explosión en la estancia. Cuando fueron a ver, se encontraron con que había un agujero de un metro de diámetro en un ombú que todavía se conserva.
Ese mismo año pasó otro fenómeno todavía más llamativo. Según lo registra la Fuerza Aérea uruguaya, un avión de PLUNA sobrevoló la estancia en el 76 y lo siguió una gran esfera de luz.
En este episodio de «Espacio yorugua», Martín De Benedetti nos cuenta la historia de uno de los fenómenos inexplicables más llamativos de la historia uruguaya, repasa algunas interpretaciones que existen al respecto y hasta nos cuenta de una congregación que está aislada esperando el fin del mundo.
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Fuente: Montevideo Portal