Seguidores de Trump intentan tomar el Congreso donde se iba a certificar la victoria de Biden
Miles de personas coparon el Capitolio en Washington y obligaron a suspender la votación que certifica el triunfo de Biden.
Legisladores demócratas denunciaron este miércoles un intento de golpe de estado en Estados Unidos por parte del presidente Donald Trump y miles de sus seguidores tras irrumpir por la fuerza y armados (según informó la cadena internacional CNN) en el Congreso, con el objetivo de evitar la votación que certifica la victoria del demócrata Joe Biden, como presidente electo.
La situación provocó que finalmente el Congreso (Parlamento de Estados Unidos) suspendiera la sesión de certificación de Biden, pasándola para el jueves.
Las fuerzas de seguridad nacional fueron convocdas a defender el Capitolio (sede del Congreso) y la alcaldesa de Washinton decretó un toque de queda desde la hora 18 local.
LA ARENGA DE TRUMP
Todo comenzó cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó el miércoles un intento de último minuto para revertir su derrota electoral, antes de que el Congreso iniciara la certificación de la victoria de Joe Biden y cuando los demócratas se encaminaban a tomar el control del Senado.
Trump reunió a miles de sus partidarios afuera de la Casa Blanca momentos antes de que el Congreso se reuniera para ratificar el triunfo de Biden en las elecciones de noviembre, tradicionalmente una formalidad, pero en la que Trump espera que se anulen los resultados.
El mandatario republicano reprendió a los republicanos «débiles» que planean votar por la certificación y presionó al vicepresidente Mike Pence, quien preside la sesión.
«Nunca nos rendiremos. Nunca concederemos», dijo Trump bajo un cielo cargado de nubes a la multitud que lo vitoreaba, donde se veían pocos tapabocas pese al recrudecimiento de la pandemia.
«Espero que Mike tenga el coraje de hacer lo que tiene que hacer», dijo Trump, denunciando las elecciones estadounidenses como «menos honestas que las de los países del Tercer Mundo».
PENCE SE NEGÓ
Pero mientras Trump todavía estaba hablando y el Congreso iniciaba la sesión, Pence, obedientemente leal a Trump durante cuatro años y callado desde las elecciones, dijo que no intervendría.
«La Constitución me impide reclamar una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no», afirmó Pence en un comunicado.
Con las tensiones políticas en un punto álgido, se veía una fuerte presencia policial en el centro de Washington y muchos negocios estaban tapiados por miedo a enfrentamientos.
«No puedo decir que respeto nuestro proceso electoral», dijo a AFP Gail Shaw, de 76 años, quien viajó desde Nueva Jersey para el mitin. «Recuperaremos nuestra nación».
Biden obtuvo más de siete millones de votos más que Trump en las elecciones del 3 de noviembre y cosechó 306 de los 538 votos del Colegio Electoral, que determina el ganador de la Casa Blanca.
Desde los comicios, Trump ha alegado repetidamente sin ninguna evidencia que se manipularon los votos, pero su equipo no ha podido probar ni un solo caso en los tribunales.
Es poco probable que Trump logre revertir la certificación, ya que los demócratas tienen la mayoría en la Cámara de Representantes. Pero más de 100 miembros republicanos de la Cámara Baja y al menos una docena de senadores republicanos habían dicho que preveían presentar objeciones.
Y al inicio de la sesión, republicanos objetaron la victoria de Biden en Arizona, retrasando la certificación de resultados.
ELECCIÓN CLAVE PARA EL SENADO
La sesión conjunta del Congreso tiene lugar un día después de la segunda vuelta de la elección senatorial en Georgia, donde según las proyecciones los candidatos demócratas desbancarían a los republicanos en el poder.
De confirmarse el triunfo demócrata, el Senado, actualmente controlado por los republicanos, quedaría dividido 50-50 y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris tendría el voto del desempate.
Biden asumirá el 20 de enero, y el control de ambas cámaras del Congreso le permitiría impulsar su agenda legislativa.
«Después de los últimos cuatro años, después de las elecciones, y después de los procedimientos de certificación electoral de hoy en el Capitolio, es hora de dar vuelta la página», dijo Biden en un comunicado.
«Los estadounidenses están pidiendo acción y desean unidad y estoy más que nunca optimista de que lo lograremos», señaló.
El demócrata Chuck Schumer, quien estaría a punto de reemplazar a Mitch McConnell como líder de la mayoría en el Senado, dijo que su primera prioridad será aprobar los cheques de ayuda por la pandemia por 2.000 dólares para la mayoría de los estadounidenses.
Los demócratas, al igual que Trump, habían apoyado esa cantidad, pero McConnell rechazó la propuesta en el Senado, diciendo que los pagos de 600 dólares aprobados el mes pasado eran suficientes.
En Georgia, tradicional bastión republicano, Biden ganó en noviembre por unos 12.000 votos, una de las victorias que Trump ha estado impugnando.
Los esfuerzos sin precedentes de Trump para revocar el resultado de los comicios incluyeron una llamada al secretario de Estado de Georgia, encargado de la votación allí, en la que le pidió «encontrar» los votos para revocar el triunfo de Biden.
GRAN MALESTAR
En Georgia, se proyectaba que el candidato demócrata Raphael Warnock, pastor de la iglesia de Atlanta donde predicó Martin Luther King, derrotaría a la republicana Kelly Loeffler, una empresaria de 50 años designada al Senado en diciembre de 2019 para cubrir una vacante.
Warnock, de 51 años, quien se convertiría en el tercer afroestadounidense en lograr un escaño en el Senado en el sur del país, lideraba por 53.430 votos de los casi 4,4 millones emitidos, o más del 1%.
Pero Loeffler no había aceptado el triunfo de Warnock. «Vamos a asegurarnos de que se cuente cada voto», dijo.
En la otra carrera senatorial de Georgia, el demócrata Jon Ossoff, un productor audiovisual de 33 años, se adjudicó la victoria el miércoles ante el republicano David Perdue.
«Georgia, muchas gracias por la confianza que han depositado en mí», dijo Ossoff, quien sería el senador demócrata más joven desde… Joe Biden (en 1973).
Perdue, un empresario de 71 años elegido para el Senado en 2014, también se ha negado a admitir su derrota.
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