El proyecto de decreto que prohíba el uso de pirotecnia sonora y bombas de estruendo se encamina a su aprobación en el plenario de la Junta Departamental, después de ser apoyado por la Comisión de Higiene y Medio Ambiente, con el voto unánime de sus integrantes. El proyecto prohíbe de manera expresa la pirotecnia sonora y bombas de estruendo, quedando excluidas de la prohibición el uso por parte de efectivos de las Fuerzas Armadas y del Ministerio de Interior, de detonaciones de salvas de estruendo de piezas de artillería y fusilería que se utilizan en oportunidad de realizarse maniobras, actos, celebraciones y homenajes.
El edil mocionante, Marcelo Tortorella, destacó que además de las lesiones que provoca el uso de pirotecnia de explosión, también afecta a “los bebés, los ancianos y las personas convalecientes” así como a “personas con capacidades diferentes e hipersensibilidad sensorial, como es el caso de las personas autistas, quienes sufren las consecuencias de la molesta pirotecnia, causándoles miedo, estrés, palpitaciones, taquicardia, infartos, afectación del sistema inmunitario y, en caso de enfermedad, empeoramiento de la salud del paciente”.
Afecta asimismo a los animales, pues causa “trastornos no sólo a los domésticos, sino también a los silvestres, que sufren los mismos trastornos. Además de los efectos medioambientales que también fueron considerados en el proyecto”.
El Telégrafo