Rodrigo Albernaz, diputado de Cabildo Abierto, oriundo de Salto brindó su opinión con relación a la apertura de fronteras y de cómo esto puede afectar el comercio en el litoral.
El legislador comentó en Comuna Noticias cómo se vive en el litoral esta situación.
Apertura parcial de fronteras, ¿cómo se toma en perspectiva esta situación en Salto?
Se espera con grandes expectativas, con precauciones y alertas, sin dejar en cuenta los temas sanitarios por los cuales sabemos que nuestro Ministerio de Salud Pública es un tema que lo tiene controlado, que ha sido eficiente y eficaz en la gestión de la pandemia.
Como representante del litoral lo que ponemos sobre la mesa y estamos muy felices de que hoy se esté hablando de todo lo que tiene que ver con el comercio de frontera, que un día después de cerrados los puentes, al inicio de esta pandemia, ha dejado al descubierto la fuga sistemática y permanente de capitales y el ingreso de bienes y de contrabando que marcó y dejó visibilizado un problema que tiene todo el país, que de manera directa los sufrimos quiénes pertenecemos a los departamentos limítrofes, pero que sin lugar a dudas esto afecta a la economía nacional.
Lo que se ha buscado ya con larga data, es poner sobre la mesa políticas de frontera y puntualmente tomar medidas con respecto a los precios de frontera que es lo que está pasando ahora y vemos con muy buenos ojos que todo el sistema político, esto no tiene que ser una bandera partidaria ni siquiera del gobierno de turno, sino de todo el sistema y de toda la comunidad política, para poder defender y generar la competitividad que necesita nuestra industria nacional, el llegar a precios reales y competitivos ante los precios de nuestros países vecinos, Argentina y Brasil.
Y en relación a los argentinos, como turistas y como residentes, ¿qué opinión le merece?
Son dos temas que corren por carriles distintos.
En una oportunidad de una conferencia ante los centros comerciales, puntualmente el centro comercial de Salto yo daba una imagen, la imagen ficticia era; si los precios de los bienes y servicios de nuestra industria nacional, de nuestro comercio nacional, fueran verdaderamente competitivos quienes vivimos en el litoral del país estaríamos ansiosos porque los puentes abran para poder de esa manera capitalizar los mercados, lo que es el consumo de los ciudadanos argentinos hacia nuestros productos, pero como la realidad es exactamente lo contrario, acá no tenemos ningún apuro porque eso pase, decir esto que estoy diciendo conspira contra la naturaleza del comercio, el comercio es de puertas abiertas, nosotros no queremos una guerra comercial ni queremos un proteccionismo desmedido.
Lo que queremos mostrar y sacar a la luz es la realidad del litoral del país.
Se suele hablar de dos realidades, la realidad de la capital y la realidad del interior, esta premisa incurre en un error porque tenemos la realidad de la capital, que dentro de su conjunto tendrán varias realidades y tenemos 18 realidades del interior del país, dentro de esas 18 realidades del país hay regiones, cómo es la del litoral del río Uruguay, que hay realidades en conjunto con temas en común.
La de los precios, al haber tanta diferencia, tanto sea por el cambio o por los subsidios que se le dan a ciertos productos en Argentina y que aquí no, poniéndome en la posición del vecino, del ciudadano de a pie, él lo que va a cuidar es su bolsillo, si un paquete de azúcar vale 50 pesos en Uruguay y en Argentina vale 15 pesos, acompañado de esto un montón de productos como el precio de los combustibles, como el precio de los servicios, peluquerías, talleres y demás, el razonamiento de sentido común va a decir que va a buscar hacer rendir su dinero y como esto por lo general, se impide por de barreras y de secciones contralores que ya han demostrado ser ineficientes, nosotros en Salto convivimos con el famoso bagashopping, que es una forma de comercio que para el litoral y para quienes vivimos en el interior es algo natural, el bagayo no es algo que esté mal visto, pero no por eso pasa a ser bueno porque esto genera un montón de efectos secundarios. El principal es la depresión de la industria nacional, menos manos de obra nacional, fuga de capitales de manera descontrolada y constante.
Se aspira a que se tomen medidas paliativas desde el Ministerio de Economía que no van a solucionar el problema pero van a ser los primeros pasos para generar efectos positivos, básicamente aumentar la competitividad de nuestros bienes y servicios.
La fórmula ya está inventada, en base a la resignación fiscal. La resignación fiscal tiene implícito una pérdida de recaudación para el gobierno de turno, esto de primera mano puede llegar a parecer muy negativo, pero viendo al bosque todo, podemos entender que en realidad es positivo, porque de esta manera se generan otros beneficios como frenar la fuga de capitales, fortalecer la industria nacional.
¿Qué ha pasado con el descuento del IMESI en la nafta? La experiencia vivida durante estos 10 años para el fisco del país, ha sido muy positiva porque el estado recauda cero del combustible que se carga en Argentina, recaudar un poco menos de lo que se carga en Uruguay y de esta manera aumentar la demanda de consumo en esta zona del país, termina siendo altamente beneficioso para las arcas del gobierno.
En segunda y tercera instancia, frena un efecto que sería lo inverso al derrame que tanto hablan los liberales.
Cuando uno va a Argentina, uno viaja a consumir en un restaurante porque es vital el precio y la misma calidad, uno también ahí hace compras, carga combustible, hace el service al vehículo, etcétera. Es un montón de dinero y de gastos que se dejan de hacer en el país y se pasan a hacer en el país vecino, sin ir netamente contra esto, lo que se busca con las medidas que se han planteado desde Cabildo Abierto hace más de un año, por medio de un proyecto de ley, es poder desestimular este tipo de acciones y que la gente elija libremente usar de estos servicios y consumir estos productos en el Uruguay.
Fuente: La República