Salto dejó de ser aquella ciudad limpia y turística para convertirse en la ciudad de los pozos y la basura. A dos años de asumir el gobierno, el Intendente Andrés Lima afronta graves problemas con el A,B,C de la comuna, calles, limpieza y alumbrado público.
Basta con recorrer las calles de la ciudad para ver el deterioro de los servicios municipales. Hay muchas denuncias de contribuyentes reclamando el servicio de barrido, el cual la Intendencia cobra, pero no cumple. Siguen las quejas por el mal servicio de recolección de residuos y limpieza. En la zona céntrica se observan contendedores desbordados, representando el mal trabajo que se viene haciendo y dejando a Salto lejos de ser una ciudad turística.
Sin embargo, las autoridades de la Intendencia se muestran muy conformes con el trabajo que se viene realizando. No se realiza autocritica al respeto. Hay basurales en distintas zonas de la ciudad desde hace meses.
Salto está abandonado y descuidado. Se gobierna sin amor por el departamento, se gobierna con el mínimo esfuerzo y cobrando al grito. Sin rumbo ni capacidad.