En varias zonas de Montevideo ayer ya faltaba combustible ante una sobredemanda de los usuarios a raíz del paro de actividades en las estaciones de servicio que comienza mañana. Ante esa situación, Ancap intimó a sus concesionarias a cumplir con obligaciones asumidas y asegurar el abastecimiento de naftas a la población. A pesar de la escasez del producto y a la intimación de la empresa pública, la gremial de estacioneros confirmó la paralización de actividades de dos días a nivel nacional.
A media tarde de ayer, el presidente de la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu), Daniel Añón, confirmó a El País que en su estación de servicio ya no quedaba ningún tipo de nafta y apenas contaba con algunos litros de gasoil para vender.
A esa hora y antes también una imagen se repetía en varios puntos de Montevideo: largas filas de autos aguardaban turno en las estaciones de servicio para hacerse de combustible. La previsión de Añón fue que a última hora de ayer muchos comercio ya se quedarían sin combustible para vender.
«Alguna estación que tenga mucha capacidad llegará hasta mañana (por hoy)», dijo el presidente de Unvenu.
En la víspera circuló una intimación de Ancap a sus estaciones de servicio. En el texto, firmado por el gerente general de la empresa pública, Jorge Horvath, se indicaba que ante el «anuncio que no se va a cumplir con el servicio de abastecimiento de combustible al público en general los días 21 y 22 de noviembre, se notifica que tal circunstancia constituirá una violación de las obligaciones asumidas por vuestra empresa en el contrato de concesión». La comunicación añadía que esa obligación era la de «mantener stock suficiente de los productos para atender corrientemente la demanda en los días, horas y turnos que se establezcan, teniendo fundamentalmente en cuenta, que la continuidad de la venta de combustibles y lubricantes en los puestos de venta Ancap es un requisito esencial para la preservación de la imagen del sello Ancap». Con esos argumentos, se intimó a las estaciones Ancap a cumplir con el contrato «dejándose constancia que de efectivizarse tal incumplimiento Ancap se reserva la facultad de adoptar las medidas que a derecho correspondan».
Al respecto, Añón fue tajante. «La ministra (de Industria, Carolina Cosse) dijo que estaba dispuesta al diálogo. Estamos encontrando lo contrario, en vez de hablar como dijo ella, lo que hacen es amenazar», afirmó el empresario.
Informó que no hubo ningún tipo de comunicación del Ministerio de Industria y de Ancap con Unvenu y aseguró que la gremial de estacioneros no iba a intentar establecer contacto alguno con las autoridades. «Intentamos todo lo que pudimos antes, tomamos una medida con tiempo para ver si alguien quería negociar con nosotros, dimos como dos semanas para eso y todavía después a los pocos días sacaron lo de la distribución de combustibles. Pero hizo unir mucho más a la gente», sostuvo Añón.
En ese sentido, confirmó la realización de la medida de mañana y el martes y agregó que se espera un alto nivel de acatamiento de las estaciones de servicio en todo el país. Estimó que ese acatamiento alcanzará a más del 80% de los comercios sobre un total de 450 estaciones de servicio. «Hay departamentos en los que no va a abrir ninguna estación», afirmó.
La paralización en el suministro de combustible tiene su origen en un diferendo que se arrastra desde 2012 entre la Unvenu y Ancap. La gremial sostiene que la empresa pública no reconoce algunos costos importantes dentro de la paramétrica con la cual el ente le fija la rentabilidad a las estaciones de servicio. A eso se le añadió días atrás el anuncio de Ancap sobre la puesta en práctica de un nuevo sistema de distribución de combustibles.
Interior.
Ayer a última hora en Maldonado a raíz de la sobredemanda se acabó el combustible en muchas estaciones de servicio. Como en Montevideo, desde el mediodía se observaban largas filas de vehículos en las estaciones de servicio a la espera para cargar el tanque. En algunos casos, las colas de automóviles eran de tres cuadras de extensión. En las filas de vehículos se podían ver automóviles argentinos y brasileños con turistas llegados a Punta del Este por el fin de semana.
A su vez, estacioneros de servicio de Durazno y Flores, coincidieron en señalar a El País que hasta media tarde no se ha había generado una «avalancha» de automovilistas en procura de cargar combustible a causa del paro anunciado en el sector para mañana y el martes. Igualmente, en la capital duraznense, desde el mediodía de ayer en las dos estaciones de servicios Ancap de ruta 5 y en Petrobras hubo horas «pico» en los que se formaron colas de vehículos que utilizan esa carreteras. En el centro de la ciudad, en la estación Ancap de calle Baltasar Brum y 19 de Abril, se podía observar un panorama de flujo de demanda de combustible menos intenso que las demás.
En Salto, al anochecer la demanda para la recarga de combustibles se incrementó en todas las estaciones de la ciudad y se formaron largas filas de automóviles en las estaciones de servicio.
«Combustible no va a faltar, pero el miércoles cuando se levante el paro vamos a estar de brazos cruzados porque el que tiene auto se aprovisionó por varios días», dijo un empleado de una estación de servicio local. Corresponsales: Marcelo Gallardo, Luis Pérez, Víctor Rodríguez
Comisión del Senado intenta mediación.
El presidente de la Comisión de Industrial del Senado, Álvaro Delgado, dijo a El País que mantuvo contactos con la ministra Cosse y la presidenta de Ancap, Marta Jara, para ofrecer una mesa de diálogo en el ámbito parlamentario. El senador del Partido Nacional indicó que la Comisión de Industria podría ser un lugar oportuno para llevar adelante una negociación con la Unvenu.
En otro orden, informó que las dos jerarcas fueron convocadas a comisión para intercambiar sobre la gestión de Ancap y el nuevo sistema de distribución de combustible. Delgado confirmó que Cosse y Jara concurrirán en la primera semana de diciembre. Refiriéndose al nuevo modelo de distribución, dijo que «no solo cambia las reglas de juego sin negociación e intempestivamente; además va a tener efectos colaterales no deseados», en otros sectores, además de las estaciones de servicio.
Fuente: El País