Por Carlos Silva.
El lunes 28 de enero se conmemoraron 100 años del natalicio del último caudillo Blanco y nosotros no queríamos ni podíamos dejar pasar esta fecha tan especial, sin escribir algo. Poco fue lo que convivimos durante nuestra vida con la presencia física del gran caudillo, pero su legado es tan fuerte que es mucho lo que hemos leído y aprendido a través de quienes sí tuvieron la oportunidad de tener un contacto mucho más estrecho con él.
Cuando los Blancos hablamos de Wilson se nos infla el pecho y sentimos que estamos hablando sobre alguien que inspiró a miles y que esa inspiración perdurará en el tiempo. Muchas veces nos ponemos a pensar qué habría sido del Uruguay, si no le hubieran robado la posibilidad de ser presidente en el año 1971, si no lo hubieran proscripto para las elecciones de 1985 o si hubiera llegado con vida a las del año 1989, tantas veces pensamos y soñamos con eso, que nos genera mucha nostalgia, pero debemos ser realistas y ver y analizar la historia tal cual fue.
Tanto nos hubiera dejado Wilson que para nosotros es difícil poder imaginarlo, seguro una Patria para todos, sin divisiones ni rencores, sin buscar buenos y malos, así como tampoco cobrando viejas cuentas todo el tiempo, así era Wilson, un nacionalista de ley y antes que nada, quería a su país y su gente.
A él, le quitaron la posibilidad de gobernar a su pueblo en dos oportunidades y en la siguiente la vida no le alcanzó, pero sí nos dejó muchas enseñanzas a todos los Uruguayos y no solo a los Blancos, depende de cada uno tomarlas o dejarlas. Era una persona frontal y con una personalidad muy fuerte, tenía lo que necesita un líder para conducir a su pueblo. Firme de convicciones e ideas, defensor de la libertad y de los más humildes. Creador de grandes proyectos de esperanza, que convocaron a miles detrás de él y aun hoy, muchos seguimos apostando por sus ideas y proyectos.
Se cumplieron 100 años de su nacimiento y ya van 30 de su partida, hoy más que nunca sus ideales y enseñanzas están más vigentes que nunca. Hoy en el Partido Nacional no hay un sector que pueda proclamar todos los derechos sobre el “Wilsonismo”, los seguidores de esta gran figura, estamos distribuidos por todo el Partido y eso es lo más grande que nos dejó Wilson, sus ideales que hoy viven y luchan en todo el Partido Nacional y no solo en algún sector.
Como gran maestro que fue, sus enseñanzas hoy están dispersas por toda la sociedad y muchos somos los convencidos de la vigencia de las mismas, de sus conceptos y valores, pero sobre todas las cosas, cada día que lo recordamos, nos sentimos más comprometidos con un nuevo Uruguay, un lugar donde todos puedan sentirse parte sin ser excluidos, un país donde quienes quieran soñar y crecer, lo puedan hacer.
Hoy más que nunca reafirmamos nuestras convicciones Wilsonistas, refirmamos nuestra condición de nacionalista y Blanco, pero sobre todas las cosas, reafirmamos nuestra esperanza, de que el Uruguay que Wilson soñó para todos, está cerca, pronto se concretará y todos los Uruguayos podremos disfrutar de él.