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No solo evocamos su figura, fue parte de 65 años de la historia de nuestro país; en la cual influyó grandemente con su impronta y personalidad. Marcado por la política desde la cuna fue periodista por vez primera a sus 18 años en 1892, alcanzando a publicar como historiador 26 títulos a lo largo de su vida. Participa de la revolución de 1897, siendo uno de los «22 de lamas». En 1901 comienza su carrera diplomática representando a nuestro país ante los gobiernos de ee.uu. y México, renuncia a su cargo para integrarse al ejército saravista en el alzamiento de 1904. Culmina sus estudios de derecho en el año 1903. En 1905 es electo diputado siendo co-redactor del primer proyecto de legislación laboral en nuestro país (de amplio alcance social para la época; no aprobado por el oficialismo). Siempre multifacético (político, historiador, periodista) es actor principal como de la constituyente de 1917. Electo presidente del honorable directorio del partido nacional en 1920.
Es proclamado 5 veces candidato a la presidencia de la República. Electo presidente del consejo nacional de administración durante la etapa del poder ejecutivo bucéfalo. En 1927 es designado como representante diplomático ante los gobiernos de Inglaterra e Italia. Co-fundador del diarios «el debate» en 1931 se confirma como líder indiscutible del sector mayoritario del partido nacional.
Como senador reafirma su convicción federal, americanista y fervientemente antiimperialista cuando junto a toda la bancada herrerista de opone e impide la instalación de bases norteamericanas durante la segunda guerra ( proyecto apoyado por la izquierda vernácula, en ese entonces aliada a Estados Unidos) promoviendo la neutralidad de nuestro país. Esto le acarreó ser denostado y amenazado, los ataques a locales herrerista se hicieron costumbre por esos días, tildando a Herrera y los suyos de «nazis» ( a lo que él respondía: «no integraremos nunca las filas del comunismo ni seremos una estrella más en la bandera de ningún imperio). Con la reforma de 1951 nuestro país pasa a tener un ejecutivo colegiado de 9 miembros. Herrera integra el mismo por la minoría hasta 1959. En ese ínterin logra su último triunfo; participa de la reunificación del partido nacional y la incorporación del ruralismo votando bajo un mismo lema; maniobra política fundamental para la Victoria de 1958. El 1 de marzo de 1959 nuestro partido asume el gobierno luego de 93 años de ostracismo.
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