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Nicolás Jara tiene 10 años, recorre 20 kilómetros por día para ir a la Escuela Rural de Berachí y escribió un cuento que leerán los celestes

15 de junio de 2018, Ekaterimburgo Arena, Rusia. José María Giménez se eleva entre varios africanos y de cabeza anota el único gol del partido con que Uruguay derrota a Egipto sobre la hora. El holandés Björn Kuipers toma la pelota bajo el brazo y se dirige a la mitad de la cancha para dar por terminado el debut celeste en el Mundial de Rusia 2018 mientras cientos de uruguayos se abrazan en la tribunas.

15 de junio de 2018, Berachí, Cerro Largo. Nicolás se levanta del banco y queda afónico por el grito de gol que sale de la pantalla, se abraza con compañeros y amigos de las escuelas rurales de la zona y promete hacer un gol igual en el partido que, minutos después, organizará con la pelota bajo el brazo la maestra Lorena Fregueiro. Fuera de la escuela el campo llega hasta el horizonte, solo delimitado por unos pocos caminos rurales.

Nicolás Jara tiene 10 años, cursa quinto año de escuela y no es un niño cualquiera. Es uno de los siete alumnos que tiene la Escuela Rural 102 de Berachí y cabalga 20 kilómetros para llegar a clase todos los días. 

Nicolás en la puerta de la Escuela Rural 102 de Berachí.

Nicolás en la puerta de la Escuela Rural 102 de Berachí.

Además, es el autor del cuento que Edinson Cavani y el entrenador Óscar Washington Tabárez se comprometieron a leer antes del debut celeste en la Copa América de Brasil.

«La Escuela Rural tiene siete alumnos y está ubicada a 34 kilómetros de Melo. Hay cuatro alumnos de nivel inicial, dos de primer año y Nicolás, que está en quinto y es el más grande. Son todos hijos de peones rurales y en el caso de Nicolás va a caballo a la escuela todos los días, 10 kilómetros de ida y 10 kilómetros de vuelta. Nos llegaron las bases del concurso ‘Un cuento Celeste’ y me dijo que quería participar», le cuenta a ECOS la maestra de la escuela, Lorena Fregueiro. 

Y Nicolás escribió sobre ese 15 de junio.

«Tenía que escribir un cuento y me inspiré en ese día, porque como los compañeros de la Escuela Rural 32 de Mangrullo no tienen Internet, no podían ver el partido. Los invitamos a nuestra escuela y lo vimos todos juntos. Después jugamos un partido de fútbol entre todos», relata Nicolás en diálogo con este portal.

Su cuento lo convirtió en el ganador del concurso y pudo cumplir dos sueños: ver por primera vez un partido de Uruguay en el Estadio Centenario y conocer a su ídolo.

Edinson Cavani y Nicolás Jara en el Complejo Celeste.

Edinson Cavani y Nicolás Jara en el Complejo Celeste.

«Cavani es su ídolo y le generaba mucha expectativa verlo entrenar en el Complejo Celeste. Vimos la práctica y cuando terminó vino Matías Faral (jefe de prensa de la selección nacional) y le dijo que alguien lo estaba esperando. Cuando Nicolás entró a la sala y vio a Cavani se le cortaron las palabras, se puso a llorar de la emoción», agrega Lorena.

Luego de conocer a Cavani, que también se emocionó con el relato del niño, el joven escritor se dio el lujo de entregarle una copia a Óscar Tabárez y de sacarse fotos con Diego Godín y Martín Cáceres.

Nicolás también se llevó la firma del capitán, Diego Godín.

Nicolás también se llevó la firma del capitán, Diego Godín.


Además de la foto con sus ídolos, la experiencia de visitar el Estadio Centenario los marcó a fuego.

«Fuimos a ver el partido contra Panamá (victoria celeste 3-0) y fue una experiencia única porque era la primera vez que íbamos a un partido de fútbol en el Estadio Centenario», relata la maestra.

«Cavani es mi ídolo y es el jugador que más me gusta. Estuve mirando el entrenamiento y conocerlo fue una gran emoción. Le pude entregar mi cuento y también al Maestro Tabárez. Cuando los vi entrar a la cancha también fue muy emocionante, fue mi primera vez en el Estadio Centenario y grité los goles como loco», aporta Nicolás.

El niño también tuvo un gesto noble con todos sus compañeros, ya que el otro premio era poder disfrutar de un partido del Mundial Juvenil Femenino que se realizó en Uruguay.

La camiseta de su ídolo y la emoción a flor de piel: su primera vez en el Estadio Centenario.

La camiseta de su ídolo y la emoción a flor de piel: su primera vez en el Estadio Centenario.


Si bien el premio era individual Nicolás no pudo con su genio e involucró a todos sus compañeros.

«No pensó solo en él, pensó en todas las escuelas rurales de la zona. Pidió permiso para llevar a todos los alumnos de todas las escuelas y allá fuimos todos. Nicolás es hijo único pero es un niño muy dispuesto, tiene un talento increíble y creció en un contexto rural donde la solidaridad es fundamental», resume Lorena.

Además de su fanatismo por el fútbol, Nicolás tiene alma de jinete y de escritor, ya que le apasionan los caballos y la literatura. Todos los días cabalga 10 kilómetros para llegar a su escuela y hace otros 10 kilómetros de regreso a casa. Curinga, su caballo, se volvió un compañero inseparable en el camino y ese tema también fue punto de conversación con Cavani.

Nicolás, Lorena y el defensa de la selección Martín Cáceres.

Nicolás, Lorena y el defensa de la selección Martín Cáceres.


«Si llueve mucho tenemos la falta justificada pero a mí me encanta ir a la escuela y si llueve un poco me pongo un poncho grande y voy igual. Me gustan mucho los caballos, me gusta correr carreras y Cavani me dijo que también le gustaban. Hablamos mucho de eso porque me dijo que tenía una estancia pero que no sabía andar muy bien a caballo», dice Nicolás antes de largar la primera risa de la charla.

Futbolero, apasionado por la escritura y los caballos, Nicolás encontró en los libros una forma de hacer volar la imaginación y de narrar situaciones de otros contextos.

De alumno a maestro: Tabárez también se llevó el cuento de Nicolás.

De alumno a maestro: Tabárez también se llevó el cuento de Nicolás.

El joven jinete también ganó una mención especial en el concurso «Palabras que encuentran mundos», un certamen de relatos vinculados a las personas migrantes y los Derechos Humanos organizado por la Comisión Nacional para la Educación en Derechos Humanos, el Plan Nacional de Lectura y el Plan Ceibal.

«En ese concurso ganó una mención especial por un cuento que hizo que se llamó ‘Un niño de Brasil’ y esta semana estuvimos en el lanzamiento del libro, que incluye el cuento escrito por Nicolás. Cuando terminó el evento se puso a firmar autógrafos y en un momento me mira y me dice ‘mire maestra, me parezco a Cavani’ (risas)», cerró Lorena.

Ecos.la


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