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En la madrugada del domingo, el sanducero Gabis Emiliano Ayres Alzamendi, de 29 años, fue asesinado de varios puntazos en el sector 4A de la Unidad 12 del INR, conocida como cárcel de Cerro Carancho (Rivera), donde se encontraba cumpliendo una pena de 15 meses por “un delito de hurto y uno de violencia doméstica especialmente agravado”.

Sin embargo, su nombre ya había estado en las noticias cuando en octubre de 2020 fue imputado por “un delito de encubrimiento” al participar en el crimen de Ricardo Valdez, en una finca del barrio Las Brisas. En esa ocasión, se comprobó que Ayres Alzamendi fue quien le pidió a un conocido que escondiera el automóvil Fiat Uno que fuera usado por los asesinos para llegar a la casa de la víctima.

Según lo informado por el Ministerio del Interior, el crimen del recluso ocurrió próximo a las 2 del domingo. Presentaba seis heridas cortantes en el pecho y en el abdomen, y una en la espalda, infringidas con una punta fina. Ante esto, personal del INR dispuso que fuera rápidamente asistido por una unidad de emergencia, cuyos médicos no lograron reanimarlo.

En tanto, otra persona habría resultado herida en el mismo episodio y ahora la Policía trabaja para determinar las circunstancias en las cuales ocurrió el enfrentamiento e identificar al autor de las lesiones mortales. Aunque, según testigos, se trató de una pelea entre dos internos.

Asimismo, se comprobó que dos celdas fueron abiertas a la fuerza y se incautaron cortes carcelarios. El caso es investigado por la fiscal Alejandra Domínguez y la Unidad de Investigación y Análisis Penitenciario.

El Telégrafo


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