Comparte esta noticia

Por Rodrigo Albernaz. El problema de las drogas ha sido siempre prioritario en nuestras propuestas, un asunto que abarca muchísimas aristas con diferentes opiniones y que podríamos a grandes rasgos resumir en tres enormes temas como son la prevención, el consumo y el tráfico de drogas.


La prevención ha sido muy difícil, dado que en Uruguay el cannabis es legal desde el 10 de
diciembre de 2013, cuando se aprobó una ley para regular el mercado en torno a la producción
y comercialización, tenencia y los usos recreativos y medicinales de la marihuana, así como
también las utilizaciones con fines industriales.​​ La regulación se implementó en etapas, en el
año 2014 comenzaron a registrarse los cultivadores domésticos y clubes y en el 2017 se
comenzó a vender en las farmacias.

Este hecho ha colaborado negativamente en la percepción de riesgo de los consumidores, especialmente de los más jóvenes (a pesar de que la ley solo permite el uso a mayores de 18 años), que ya crecen con la idea de que la marihuana es inocua, y a pesar de no poder registrarse como usuarios hay cifras extra oficiales que el consumo comienza ya a partir de los 13 años. Según datos de la IRCCA, Instituto de Regulación y Control del Cannabis, desde el año 2018 ha crecido un 150% el número de usuarios
registrados, y se estima que un 66% de consumidores de marihuana mayores de 18 años
siguen sin registrarse. Estos datos confirman que cada vez más personas consumen drogas y
muestran que el objetivo que buscaba el entonces Presidente Mujica fue demasiado ambicioso
y no se pudo concretar, ya que el negocio de los narcos creció, aumentó la guerra entre
bandas disminuyendo la seguridad pública, afectando a todos los vecinos, a cualquier
trabajador e incluso niños jugando fuera de sus casas, en cualquier lugar del país.


Hace unos días el secretario de la Junta Nacional de Drogas Daniel Radío, dijo a título personal
que está trabajando en un proyecto de ley para eliminar el registro de compradores de
cannabis y habilitar nuevos puntos de venta para aportar algo que sea positivo para el avance
de la humanidad. Parecería que el Secretario no tiene en cuenta los daños profundos e
irreversibles que produce el consumo de cannabis, como afecta la salud mental, la alteración
de los estados de ánimo, la dificultad para pensar, problemas con la memoria y el aprendizaje,
la dificultad para enfocarse y mantener la atención, perjudicando el rendimiento en los
estudios, así como provocando que la vida cotidiana tenga mayores riesgos por ejemplo al
manejar un auto, una bicicleta o un monopatín. También debemos hablar de los daños físicos
 ya que el humo de la marihuana como el del tabaco, irrita el revestimiento de la boca, la
garganta y los pulmones, produce tos y hasta cáncer. Radío afirmó que aproximadamente el
10% de los consumidores de cannabis la usan como puerta de entrada a drogas más pesadas, y
enfatizó esa cifra como “una ínfima minoría, pero la infimísima minoría”. Permítame decirle Dr
Radío, que ese porcentaje son seres humanos a quienes no se los puede dejar desamparados
desde su niñez con engaños sobre cómo afectan las drogas en sus vidas haciéndoles perder los
sueños.


En Cabildo Abierto vamos a levantar nuestra voz cuanto sea necesario porque está en juego la
seguridad ciudadana, la salud mental de miles de uruguayos y el derecho a un futuro en
libertad, sin condicionamientos a ser felices por una sustancia que en muchos casos los lleva a
delinquir para seguir en esa prisión que son las drogas, sea cual sea.


Comparte esta noticia
Acción no permitida! HostingServicios.com