Los medios impresos de comunicación tienen una función adicional, un valor agregado para la comunidad, que nuevamente se puso de manifiesto con el correo electrónico que recibimos en la redacción de EL TELEGRAFO el pasado domingo 3 de marzo, remitido por el investigador Héctor Amuedo. Nos referimos a la función documental, al registro de la historia en tiempo real.
Amuedo es un investigador uruguayo que se ha dedicado a seguir y documentar las pistas que han dejado criminales de guerra nazis en nuestro país. Recientemente citábamos a Amuedo en nuestras páginas a raíz del hallazgo de un documento que encontró Marice Ettlin Caro, una escritora uruguaya radicada en Estados Unidos hace más de 40 años.
El documento es una solicitud de ingreso a Brasil desde Uruguay, en el que además de una fotografía, se encuentra también la firma del solicitante: “Enrique Teodoro Francisco Klugkist Rosanowski”, con ciudadanía legal uruguaya, nacido en Alemania, con pasaporte renovado en 1962 y en 1964 y expedido por primera vez por la Policía de Paysandú en 1960.
El correo electrónico enviado por Amuedo tenía dos propósitos, por un lado agradecer la mención a su trabajo –que no hacía falta, porque es de orden– y por otro el reconocimiento por haber puesto fin al mito que asociaba a dos personas distintas, porque en definitiva, a su juicio, el artículo comprueba que Klugkist no era Heim.
DOCUMENTO
“Esta señora (Ettlin Caro) me preguntó cuál era supuestamente el médico al que habían confundido con el nazi Aribert Heim, apodado ‘Doctor Muerte’, y yo le di el nombre de Enrique Klugkist. Esto es conocido por mucha gente, no es un descubrimiento mío ni mucho menos. Desde hace muchísimos años se comenta eso”, dijo Amuedo a EL TELEGRAFO.
“El documento de esta señora permitía ver por primera vez, después de mucho tiempo, una foto más o menos de frente, más o menos en primer plano del doctor Enrique Klugkist, además permite ver la firma, con lo cual se podía hacer pericia caligráfica, se podía hacer pericia sobre la foto, comparándola con fotos conocidas del doctor nazi Aribert Heim”, señaló.
Amuedo no dejó pasar que en el documento brasileño ya aparece una discordancia de fechas. “Ya hay una indicación allí, en el documento que encontró esta señora, que podría descartar que Klugkist fuera Aribert Heim, porque la fecha en la que dice que tramitó su primer pasaporte uruguayo es anterior a la fecha que todos sabemos que Aribert Heim dejó Europa, que fue en 1961, cuando lo denunciaron dejó Alemania. Lo que pasa es que ese dato podría ser falso, podría ser Aribert Heim que utilizó un documento, un pasaporte de una persona fallecida, y adoptar su identidad, le pone la foto suya y ya está”, afirmó.
Lo que termina por derribar el mito es el recorte de EL TELEGRAFO del 13 de mayo de 1959, que se incluyó en el artículo del pasado 24 de febrero en la página 19, que alude a la reválida del título de médico de Enrique Klugkist.
“El artículo que ustedes publicaron, con el recorte ese del año 1959, es lo que termina por descartar completamente que Klugkist sea Aribert Heim, al menos a mi juicio. Creo que ustedes han encontrado la prueba de que Klugkist no era Heim. El artículo es de 1959, lo cual significa que ya desde 1959 este doctor Klugkist estaba actuando y trabajando ahí en el Hospital de Paysandú, además dice que hacía como 10 años que estaba allí. O sea desde 1949”, enfatizó.
El investigador agregó que “hicieron una tarea muy interesante y para mí terminaron con el mito de que Klugkis era Heim”, aunque advirtió que “esto no descarta que Aribert Heim haya estado por la zona, pero en todo caso eso sería otro tema”.
Fuente: Diario EL Telégrafo