Pasa el tiempo y estamos en condiciones de evaluar esta gestión departamental y a modo de titular debemos decir que es un gobierno que está lejos de la gente.
Y vamos a sintetizar en esta columna alguna de las razones por lo cual hemos llegado a esta conclusión.
Los funcionarios municipales hoy ganan menos de lo que ganaban y sin dudas eso no hubiese sido así, si no hubiese ingresado ya a más de 400 personas. Hoy lamentablemente muchos funcionarios llegan a sus casas a explicar porque han sido trasladados de sector, o cambiados de tarea, muchas veces por razones poco claras y muchas veces fuertemente por diferencias políticas que tienen que ver con su vida fuera de la intendencia.
En el turismo claramente hay dos visiones, por un lado la Intendencia ve un panorama y los privados ven otro y estos últimos pagando las consecuencias de lo que ha sido un deterioro y una caída fuerte del sector. Entre otras cosas esta caída se debe al mal manejo de la información y porque definitivamente desde el gobierno no quieren reconocer el problema real que tenemos y es que ya Salto tiene menos visitantes y una caída fuerte en este rubro.
El sector turístico que en los últimos años había llegado a inversiones récord y a números récord de visitantes, donde en todos lados se destacaba a Salto como destino turístico de primer nivel.
Lejos de la gente, en la gestión administrativa y jurídica, donde está claro que ésta es una intendencia sin respuestas y los vecinos que hicieron planteos hoy no tiene respuestas. Teníamos en la gestión anterior más de cien Comisiones Vecinales, la voz más importante era la del vecino, ahora la voz más importante es la de los directores o del gobierno que van al barrio a decirle a los vecinos lo que tienen que hacer. Eso cambia mucho las cosas, ya que antes los vecinos eran los que marcaban las hojas de ruta, porque son los que viven en el lugar, los que verdaderamente saben que pasa en el barrio.
Lejos de la gente, en el tránsito donde antes se preparaba, se educaba, se capacitaba permanentemente en las escuelas y liceos, se semaforizaron más de cien esquinas, se señalizo la ciudad, se pusieron inspectores en todo el departamento, se hizo una apuesta seria a ordenar el tránsito, sabiendo que era un tema difícil. Ayer veíamos el informe de Diario Cambio sobre tránsito, donde se informaba que Salto se encuentra entre los departamentos con mayor siniestralidad del país, pero muchos de los que fueron feroces críticos de nuestra gestión en ese tema hoy ya no están, ya no llevan estadísticas, ya no ven los números, ya no presionan, ya no consiguen las tapas de los diarios. El tránsito cada vez está peor, pero como no se ve en los medios, el gobierno se muestra alejado del problema que es su responsabilidad y solo se los ve al momento de recaudar.
Lejos de la gente, porque ya no existe el boleto a $6 ni los bonos gratis para miles de salteños y se vuelve a ver los ómnibus casi vacíos, rotos, sucios y a mucha gente caminando, porque se le hace pesado pagar. Antes con un ómnibus gratis a los abuelos se les hacía mucho más fácil visitar a su familia, ir al médico o pasear y con las deterioradas jubilaciones el ómnibus no era un problema.
Lejos de la gente, porque este departamento perdió las actividades que convocaban a los salteños y a los turistas, antes desde los departamentos de promoción se organizaba, se motivaba y se difundian actividades que jerarquizaban a Salto, un departamento que era un paseo permanente para salteños y turistas.
Lejos de la gente, porque a nivel de Cultura, bandera que tantas veces levantaron cuando eran oposición, no fueron capaces de continuar las decenas de talleres en los cuales cientos de jóvenes se formaban, no siguieron jerarquizando a Salto con eventos de primera línea nacionales e internacionales.
Lejos de la gente, en las actividades deportivas, el apoyo al deporte hoy es casi nulo, en un departamento donde en cinco años se destacó a nivel deportivo y lamentablemente hoy vuelve a estar en la mediocridad y donde las cosas que se logran es por el gran esfuerzo de los dirigentes, los deportistas y sus familias, sin apoyo real del gobierno.
Lejos de la gente, porque hoy simplemente basta recorrer los espacios públicos, la costanera, las plazas, los edificios municipales, los lugares que más visita la gente y ver que no están en condiciones, ya no tienen ese brillo que le daba el esfuerzo y la dedicación de estar en cada detalle como forma de valorizar nuestro patrimonio recuperando el 100% de los espacios públicos.
Lejos de la gente, porque hay crisis, porque esta dificil, porque no hay trabajo, porque Salto volvió a estar en el podio de la desocupación y ya este departamento está en los mínimos de inversión, no llega a un 10% de lo que se invirtió en el quinquenio anterior a través de proyectos, de trabajo público privado con emprendimientos que hasta fueron reconocidos y premiados a nivel país.
También lejos de la gente por el afán recaudador, porque debemos decir que en nuestra administración todos los salteños pagaron menos, porque no solo no aumentamos ni creamos impuestos, ni tasas, sino que le buscamos a los salteños planes a través de los cuales más de ocho mil familias se pudieron reenganchar y ponerse al día con sus tributos.
Lejos de la gente, porque volvieron los fríos y muchas personas tuvieron que volver a dormir en las calles. Lejos de la gente…, porque de vuelta las mujeres víctimas de violencia doméstica tienen que volver del juzgado a su casa donde siguen padeciendo el maltrato.
Lejos de la gente, porque hoy todo aquel que presenta un problema grave o importante, no tiene la solución, la cual antes muchas veces se lograba entregando un tarifado solidario o buscando la forma para ayudar en la solución a los temas, porque nos poníamos en el lugar de la gente.
Lejos de la gente, porque ya no existe aquel apoyo constante, serio y comprometido en cada uno de los temas de salud, de prevención, de seguridad, de educación cumpliendo desde el gobierno departamental lo que es una obligación muchas veces del gobierno nacional. Hoy lamentablemente vemos colaboraciones absurdas y no sustanciales que en otros tiempos permitìan mejorar policlínicas, escuelas o crear destacamentos.
Y podríamos seguir describiendo tantas cosas, porque pasa el tiempo y vemos que un gobierno que prometió estar cerca, cada día está más lejos de la gente.