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Lamentablemente se complicó el panorama en nuestro departamento tras el fallecimiento de una joven que se encontraba internada en CTI tras el diagnóstico de leishmaniasis visceral.

Muchas son las autoridades departamentales que cuestionan la falta de trabajo y compromiso de la Intendencia de Salto ante esta emergencia. El propio Subsecretario de Salud Pública, Jorge Quian cuestionó la falta de limpieza de la ciudad. Quian dijo que le daba vergüenza ajena ingresar a Salto por la falta de limpieza y solicitó al Intendente Andrés Lima un mayor trabajo en este sentido.

Más allá de las expresiones del Subsecretario de Salud Pública, basta con salir a la calle para darse cuenta el mal funcionamiento del servicio de limpieza de la Intendencia de Salto.

Difícil es encontrar el motivo de la falta de trabajo, ya que durante la administración de Andrés Lima ingresaron casi 500 funcionarios. Es más, casi todos los meses ingresan más funcionarios a la comuna. El gobierno frenteamplista acomodó sin concurso ni sorteos a familiares, amigos y punteros políticos.

El gobierno nacional envió a Salto millones de pesos, por lo que el tema tampoco pasa por motivos económicos. Queda claro que aquí el asunto es la falta de gestión. Es que para el Intendente Lima y su equipo primero están las elecciones y todo pasa por política. Dedican gran parte de su día al reparto de folletos y Salto cada vez peor.

Los vecinos pasan meses reclamando el retiro de podas, resulta que tienen vehículos para repartir folletos, pero no para limpiar la ciudad.

En las zonas donde el Ministerio de Salud Pública viene trabajando, pasaron semanas las podas sin retirarse. Allí una vez más tuvo que salir el Ejército Nacional a cumplir con una gran labor. La Intendencia debe cumplir un rol protagónico en la limpieza de la ciudad y eso no está ocurriendo. Recorrer la ciudad y ver en todos lados basurales y podas por semanas, pone a Salto en riesgo. Los vecinos reclaman hasta la fumigación. Mientras Salto tenga a gobernantes que solo piensan en la reelección y repartir folletos, vamos a estar en serios problemas.

Salto ya tiene una víctima por leishmaniasis. Salto está sucio y si bien hay personas que no colaboran, los contribuyentes pagamos los impuestos para que entre otras cosas se limpie la ciudad, se tapen los pozos, y tener un alumbrado público en funcionamiento. Ni eso.

Que asuman sus responsabilidades y se pongan a la altura de las circunstancias o que se vayan para sus casas si no pueden gestionar y trabajar por Salto.

 

 


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